Historia del perfume, las fragancias y las esencias
Un carácter sagrado rodea el perfume desde la Antigüedad. Es en la Edad de Piedra cuando nuestros antepasados descubrieron el fuego y con él los aromas de maderas y resinas quemadas; ofrendaban el humo que éstos despedían para agradar a los poderes celestiales.
Los perfumes y esencias en Egipto, Persia, Grecia y las civilizaciones antiguas
En Egipto, los sacerdotes tenían el cargo exclusivo de elaborar deliciosas substancias de las que la fórmula, constituía un secreto celosamente guardado.
Los Persas descubrieron el arte de hacer macerar flores en aceite, para luego exprimirlas cuando éste estuviera impregnado de sus aromas. Babilonia fue durante mucho tiempo el jardín aromático más importante del mundo. Semiramis creadora de los famosos jardines colgantes, hizo traer flores exóticas de la India y Arabia y árboles de resinas aromáticas para la producción de perfumes.
Después de las conquistas de Alejandro Magno, los perfumes egipcios llegaron a Grecia. Los Griegos consideraban que el perfume tenia origen divino y a las mujeres que los preparaban se les atribuían poderes místicos.
Los Romanos invocaban sus dioses “per fumum”, a través del humo de materias olorosas honraban a sus dioses y emperadores ungiéndolos con aceites perfumados como sándalo, tomillo, lavanda o enebro.
Nuevas técnicas y fragancias para preparar perfumes en el mundo civilizado
Los Árabes, inventaron la destilación de aceites de plantas, descubierta alrededor del año Mil por el gran erudito árabe Avicena, lo que facilitó el comercio y el transporte de las sustancias aromáticas. El perfume se pone de moda en la alta sociedad, y tiende a ser un signo de opulencia.
Los viajes de Cristóbal Colon y Magallanes al Nuevo Mundo contribuyeron al descubrimiento de nuevas sustancias aromáticas.
El inicio de los perfumes y las esencias modernas
El verdadero arte de perfumería comenzó en el siglo XV donde el hombre volvió a descubrir la vida y a disfrutar del mundo de los placeres y aprendió a cuidar y perfumar su cuerpo.
Hasta comienzos del siglo diecinueve el perfume sirve ante todo, para esconder la falta de higiene. La gente más distinguida aguantaba los olores con un pañuelo perfumado que llevaba bajo la nariz.
Pero es con este siglo que realmente empieza la historia del perfume tal como se le conoce hoy en día, con el agua de Colonia. Los cartujanos de la ciudad alemana regalan, para su boda en 1792, al hijo del regidor de Colonia su famosa “aqua mirabilis”, desconocida hasta entonces. Empieza la producción, en el número 4711 de la calle, Glockengasse¡lo que le otorgará su nombre al “Eau de Cologne” más famosa del mundo: 4711 cologne
La masificación del uso del perfume y de las fragancias
La era del perfume florece. La emperatriz Eugenia le encarga en 1853 al médico y químico Pierre François Pascal Guerlain crearle una colonia exclusiva: será el Eau de Cologne Impériale, y los principios de una industria brillante. La casa Guerlain© lanza perfumes para Sarah Bernhardt y para Balzac, y numerosas fragancias tan conocidas como Shalimar© en el 1925 o Vetyver© en el 1955. En el 1921 Coco Chanel© le pide a uno de los primeros “narices”, Ernest Beaux, su ilustre Nº5©, perfume favorito, entre otras, de Marylin Monroe. Por primera vez entran en la composición de una colonia productos de síntesis, los aldehides, que permiten profundizar un fondo floral potente.
Hoy en día, la industria de la perfumería está dominada por los nombres más grandes de la moda, para quienes la notoriedad casi siempre se acompaña de una colonia que lleva su nombre, como símbolo de la marca. La invasión cada vez más grande del mercado por olores nuevos ha impuesto tendencias y modas. Asimismo, en los últimos años han florecido los perfumes de color transparente, cuyo iniciador fue la fragancia “Pleasures” de Estée Lauder©.